Si piensas en renovar tu vitrocerámica y no sabes por dónde empezar, déjanos guiarte en el proceso.
Existen una amplia variedad de opciones, aunque los principales tipos de vitrocerámica incluyen vitrocerámica de inducción, vitrocerámica radiante y vitrocerámica de gas, ofreciendo una amplia variedad de opciones para adaptarse a las necesidades de cada usuario.
Descúbrelos en detalle a continuación:
Tabla de contenidos
¿Qué es una Placa Vitrocerámica?
Una placa vitrocerámica es simplemente un electrodoméstico encargado de realizar las funciones de cocina mediante el uso de electricidad o gas, según el modelo, con la única finalidad de poder realizar nuestras comidas diarias. Al usar esta fuente de energía, tendremos un ambiente limpio, sin grandes olores y que además será un uso más simple.
¿Qué Tipos de Vitrocerámicas existen?
Quizás puedas pensar que solamente existe un solo tipo de vitrocerámica, aunque nosotros, como expertos del sector sabemos que existen bastantes más, es por ello que te las mostramos a continuación para que puedas elegir la correcta en cada caso.
Vitrocerámica de Gas
Si optamos por instalar esta opción en nuestra cocina, la vitrocerámica de gas es una excelente opción para amantes de la cocina, ya que permite mantener un sabor auténtico así como unos tiempos de cocción más ajustados a la alta cocina. Debes tener en cuenta que la vitrocerámica de gas te servirá en caso de contar con una instalación preparada, ya que de lo contrario te gastarás un dineral en poder realizar toda la acometida.
Ventajas de una vitrocerámica a gas
No son pocas las ventajas con las que cuenta instalar una vitrocerámica a gas en casa:
- No necesitas una batería de cocina especial: Uses sartenes de hierro o recipientes de barro. Sea cual sea, podrás emplearlo sin necesidad de renovar ollas y cacerolas porque admite todo tipo de menaje.
- Se puede aprovechar el calor residual, como en las vitrocerámicas normales. Algo que se echa de menos cuando te pasas a la inducción es que le dices adiós al calor residual. Los fogones se apagan y enfrían casi de inmediato. Por un lado está bien pero cuando has aprendido a cocinar con calor residual o quieres mantener la comida caliente unos minutos más, lo echas en falta.
- Aspecto moderno: Si tu cocina es moderna y crees que los clásicos fogones no pegan pero quieres usar gas, esta es la solución.
- Ahorro energético: Lo notará el medio ambiente y también tu bolsillo. «Una vitrocerámica a gas butano tiene un gasto aproximado de unos 96 € al año, mientras que la factura de una vitrocerámica eléctrica, asciende a unos 218 € por año. Esto supone un 60 % de ahorro respecto a las encimeras de resistencias eléctricas«. Además, el calor se transmite de forma muy rápida, por lo que no es necesario tenerla encendida y gastando demasiado tiempo.
- Autonomía: En caso de que te quedes sin luz en casa, algunos modelos cuentan con una batería para que puedas seguir usando la vitrocerámica durante 24 horas más.
- Se limpia fácilmente: Con las vitrocerámicas de gas sin llama, se puede hacer sin miedo a quemarte con el fuego directo y aquellas que sí lo tienen han mejorado su calidad para que sean más fáciles de limpiar, al igual que sus quemadores.
- Todas las prestaciones de una vitrocerámica eléctrica: Temporizador, regulador de temperatura, bloqueo de seguridad, etc. Ahora las vitrocerámicas de gas están mucho más preparadas.
Acá te dejamos el post de los 3 tipos de mas estufas mas utilizados para tú cocina
Vitrocerámica de Inducción
Una de las opciones más populares en el mercado español desde hace años atrás, son las vitrocerámicas de inducción, las cuales funcionan con electricidad y son capaces de alcanzar altas temperaturas para permitirnos cocinar cualquier receta que se nos antoje.
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Ventajas de la vitrocerámica
- Ahorraremos espacio en la cocina ya que se trata de un sistema moderno.
- Calienta de manera progresiva, de forma que conseguiremos un hervor progresivo a la vez que conservará la frescura de los alimentos.
- Se trata de una opción económica, más barata que sus rivales y con mayor ahorro en el suministro.
- Mayor facilidad de limpieza, ya que, al no contar con huecos o rendijas, solamente deberemos pasar una bayeta para su limpieza total.
- Permite realizar una programación del tiempo de apagado, por lo que en terminarlo se apagará según lo programemos.
Cómo limpiar la Vitrocerámica
Con el afán de contar con una cocina siempre limpia, es indispensable contar con un set de limpieza para la vitrocerámica, de manera que podremos alargar su vida útil a la par que mantener un brillo sin precedentes.
Primer paso: Limpieza superficial
Si hemos acabado de experimentar nuestro “momento chef” deberemos dejar que la placa vitrocerámica se enfríe y de esta manera proceder a su limpieza mediante una bayeta con agua tibia. De esta forma daremos el primer paso con tal de realizar una limpieza a fondo.
Segundo paso: Usar una rasqueta
Quizás pueda parecerte una temeridad, aunque el uso de una rasqueta para eliminar la suciedad que se quede incrustada en la superficie y no se pueda retirar con una bayeta, deberemos usar la rasqueta con sumo cuidado.
Con una angulación de 30º aproximados, deberemos realizar pasadas superficiales para no rayar la placa ni dañarla. Con este paso, debería ser suficiente para poder tenerla a punto, de no ser así te recomendamos volver al primer paso.
Tercer paso: Momento de abrillantar
Con todo el trabajo prácticamente hecho, deberemos usar productos para el abrillantado de venta en cualquier superficie de alimentación.
Aunque aquí te dejamos un truco para que puedas hacerlo con productos que encontrarás en tu cocina:
Deberemos mezclar vinagre con agua a la vez que usaremos una bayeta seca y la mojaremos en la solución creada. Una vez lo tengamos listo, deberemos realizar varias pasadas por encima de la placa vitrocerámica y así poder dejarla bien empapada para que se cierren las pequeñas rayadas que tengamos así como el desgaste.
Donde y como utilizar la placa vitrocerámica
La vitrocerámica es un tipo de cocina eléctrica que utiliza calor radiante para calentar los recipientes de cocción. Aquí tienes algunas pautas sobre dónde y cómo utilizarla:
- Ubicación: La vitrocerámica se instala típicamente en la cocina, sobre una encimera o empotrada en la misma. Asegúrate de que esté ubicada en un lugar con buena ventilación y acceso a una toma de corriente.
- Recipientes adecuados: Utiliza recipientes de cocina con fondos planos y gruesos, preferiblemente hechos de materiales como acero inoxidable, hierro fundido o aluminio. Los recipientes con fondos irregulares pueden no distribuir el calor de manera uniforme, lo que puede causar problemas de cocción.
- Limpieza: Antes de utilizar la vitrocerámica, asegúrate de que esté limpia y seca. Cualquier residuo de comida o líquido en la superficie puede quemarse y dañar la vitrocerámica.
- Encendido y ajuste de la temperatura: Enciende la vitrocerámica utilizando los controles específicos, que generalmente consisten en perillas giratorias o botones táctiles. Selecciona la temperatura deseada según las instrucciones de la receta que estés siguiendo.
- Evitar movimientos bruscos: Evita golpear la superficie de la vitrocerámica con objetos duros o afilados, ya que esto puede rayarla o incluso romperla.
- Cocción uniforme: Para obtener mejores resultados, coloca los recipientes en el centro de las zonas de cocción y asegúrate de que estén distribuidos de manera uniforme.
- Apagado y limpieza posterior: Después de usar la vitrocerámica, apágala y deja que se enfríe antes de limpiarla. Utiliza un limpiador suave y un paño no abrasivo para limpiar la superficie. Evita usar esponjas o productos abrasivos que puedan rayar la vitrocerámica.
- Seguridad: Nunca dejes la vitrocerámica encendida sin supervisión y asegúrate de apagarla cuando hayas terminado de cocinar.